sábado, 18 de agosto de 2012

El eterno negocio de venderle a los gordos


La formula mágica para bajar de peso, sin esfuerzo y con resultados inmediatos es la mas buscada.
El ser ciudadana del país con mas alto nivel de obesidad en el mundo no es cosa fácil, el que nace flaco es bendito, y el que nace gordo luchara toda su vida por ser aceptado, por cambiarlo y al final, por tratar de vivir con el.

Somos un mercado cautivo y vulnerable, fácil de convencer por el hartazgo de ser parte de las estadísticas de obesidad.

Por desgracia, ya soy parte, de nueva cuenta, de este mercado.
Y es que la ilusión de deshacerse de un par de kilos con tan solo cambiar un poco los hábitos alimenticios y un par de masajes es enorme, te alimenta día con día, al igual que los platillos bajos en grasa.

En esta ocasión, les platicare de los famosos hielos reductivos, que según referencias, con la ligera dieta que te dan, el milagroso licuado matutino y la frotada de hielo diaria por todo el cuerpo son la esperanza de bajar de peso sin mover un dedo, pues inhabilitada físicamente por lesiones, temporalmente  no puedo hacer el ejercicio que me ha salvado de llegar de nuevo a los 100 kilos.

La referencia fue directa " mis tías de mas de cuarenta años se fueron a la playa a lucir sus nuevos cuerpos, pues gracias a los hielos, quedaron como nunca estuvieron", si gente mayor pudo deshacerse de tan nombrados sobrantes, yo porque no?.

Las verdades y las mentiras sobre este método son notorias; la promesa de ver resultados desde la primera sesión fueron ciertos, pero los 4 centímetros de cintura menos, no han sido suficientes para librarme de llegar a probarme la talla mas chica de las tallas extra grandes, lo cual fue un golpe emocional directo al corazón y al estomago.

La primera sesión fueron unas vendas impregnadas de liquido verdoso, calientes hasta que la piel aguante, y lo difícil comenzó: " entre mas te relajes, mas vas a bajar" , pues en los 45 minutos que estuvieron esas prendas rodeando mi curvilíneo cuerpo,  el nivel de relajación  fue poco.

En el tercer día llegaron los temidos hielos, un litro de cientos de hiervas mezcladas, transformadas en sólido fueron frotadas por todo el cuerpo; la técnica es que las carnes se enfríen,  como en el supermercado, a un nivel antes de la hipotermia, y así tu cuerpo manda la señal de que se caliente esa zona, y como por arte de magia y utilizando la lógica de la biología uno se ponía menos frondoso.

Debo confesar que me motivaba ir diario, y así fue durante dos semanas; el frote constante del hielo en las carnes solo me incrementaba el deseo de regresar lo mas rápido posible a mi talla de antes,por lo que en la segunda semana dupliqué la dosis, dos hielos enfriándome la lonja a diario; "cuando sientas que se pone caliente es cuando actúa, es como una lija" y si, era como una lija sobre caliente, el inconveniente era que la superficie era mi abdomen, nunca tuve efectos secundarios, ni mucho menos perdida de centímetros inmediatos.

La desesperación se hacia cada vez mas grande y mi cintura estaba tan igual como el día antes de ir a las vendas, pues creo, que todos los efectos reductivos son solo inmediatos.
La emoción de sentir el abdomen helado y pensar que eso me ayudaría a bajar la panza y que regresara a portar mis prendas favoritas era excitante, casi como un enorme regalo sorpresa. Solo quedo ahí, en una emoción excitante.

Después de dos semanas y media de frote bajo cero, una dieta casi de astronauta y varios litros de agua después, puedo decir, que no veo centímetros de menos, ni tallas reducidas, mi piel luce con menos celulitis de lo que tenia, pero la panza sigue ahí, de donde quiero que se vaya.

Quizá fue el no poder beber los tres litros de agua completos al día, mas dos vasos de agua antes de la comida religiosamente  por los largos trayectos en carretera que requiere mi trabajo; quizá fue el seguir omitiendo la cena como ya estaba acostumbrada, quizá fueron los fines de semana que no bebía el licuado milagroso por estar fuera de la ciudad,  quizá simplemente, no era el método para bajar de peso que yo necesito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario