miércoles, 10 de octubre de 2012

Se solicita " fuerza de voluntad"

Ya sea pegando fotos de mujeres esqueléticas en la puerta del refrigerador, colgar un mini bikini donde lo veas diario y a todas horas para recordar a que tamaño debes llegar o poner la etiqueta del pantalón talla ENORME sobre los chocolates que están en el congelador (si, esta ultima es mía) son tan solo algunas de las técnicas de los gorditos para frenar ese deseo inmenso de seguir comiendo como si no se ganara peso jamas.



La fuerza de voluntad es siempre, la base de seguir o quedar en el camino, de una alimentación saludable, libre de pecados como los alimentos fritos, rebosantes de calorías, harinas en cualquier presentación o lo que es peor: todo reunido en un mismo platillo.

De regreso a la fuerza de voluntad, es un tesoro perdido, pocos, muy pocos tienen la fuerza de voluntad suficiente para no sucumbir a los encantos de alguna chuchería nociva para la salud.



Entre los enemigos naturales de la fuerza de voluntad se encuentran:
- Reuniones sociales.
Es una realidad, las reuniones sociales son el tiempo y el lugar donde mas se rompen dietas, dependiendo del nivel socio económico en el que se desenvuelvan son distintos los pecados; un ejemplo claro son los cocteles o brindis, para empezar se celebran con vinos de mesa, lo primero que te prohiben al estar a dieta por el alto contenido de azúcar; seguimos con los canapés: fuentes de chocolate, volovanes de hojaldre, pan tomate con jamón serrano, o canastitas de surimi con toda la mayonesa que debías ingerir en un mes o mas.
El momento incómodo no es cuando cuando dices que no, si no el porqué no: " nada mas comete una, no pasa nada! " , " no seas exagerada, mañana reinicias la dieta" , y la más chantajista " me vas a dejar comer sola?" .
Si la reunión es de bajo presupuesto, puedes encontrarte con papas fritas, tostadas de cueritos, tacos de aire o lo prohibido hecho harina: frituras en forma de rines o duritos, mas cerveza o tragos mezclados con jugo o refresco con alto contenido calórico.

- Frío.
En realidad el frío debería de ayudarnos a bajar de peso  y así lucir perfectas en verano, pero no es así siempre. Cuando empieza el frío que es lo que mas se antoja? Pues una bebida calientita y reconfortante! Podemos pensar en muchas, pero las mas populares son el chocolate caliente, un cafecito, un champurrado o ya en días decembrinos un rico ponche; todo lo anterior lleva grandes cantidades de azúcar ( el café podría no llevar tanto dulce, pero recordemos que el café bebido es un fijador de grasa corporal).
Lo que mas se recomienda en tiempo de frío es un thé y con una cucharadita de azúcar natural, ya sea de manzanilla, limón, canela o negro, es una mejor forma de beber un poco de calor y que no viaje directo a la barriga o cadera.

- Malas influencias
Este personaje puede ser encarnado por tu mejor amiga, por tu pareja o cualquier persona con la que convivas en demasía. Siempre tendrán frases para ti que evitaran que hagas ejercicio, sigas con tu dieta o te avientes uno que otro antojito culposo. Lo mejor es : seguir tus convicciones!

- Tu mismo.
Claro! Creíste que te salvarías? Nadie mejor que uno mismo para bajarse el autoestima,  levantarse, consentirse o dejarse caer un minuto sobre las genialidades gastronómicas que mayor culpa crean.
El enemigo mas fuerte, siempre, será uno mismo!  Así que no te extrañe leerlo, mejor, hay que aceptarlo.


Sea cual sea tu motivación, señal de ayuda, ilustraciones o más para seguir con tu dieta balanceada, hay que seguirlo, no importa que te distraiga una vaca completa a medio cocer, lo mejor es continuar por el buen camino del bien comer y decir no a los excesos.


sábado, 18 de agosto de 2012

El eterno negocio de venderle a los gordos


La formula mágica para bajar de peso, sin esfuerzo y con resultados inmediatos es la mas buscada.
El ser ciudadana del país con mas alto nivel de obesidad en el mundo no es cosa fácil, el que nace flaco es bendito, y el que nace gordo luchara toda su vida por ser aceptado, por cambiarlo y al final, por tratar de vivir con el.

Somos un mercado cautivo y vulnerable, fácil de convencer por el hartazgo de ser parte de las estadísticas de obesidad.

Por desgracia, ya soy parte, de nueva cuenta, de este mercado.
Y es que la ilusión de deshacerse de un par de kilos con tan solo cambiar un poco los hábitos alimenticios y un par de masajes es enorme, te alimenta día con día, al igual que los platillos bajos en grasa.

En esta ocasión, les platicare de los famosos hielos reductivos, que según referencias, con la ligera dieta que te dan, el milagroso licuado matutino y la frotada de hielo diaria por todo el cuerpo son la esperanza de bajar de peso sin mover un dedo, pues inhabilitada físicamente por lesiones, temporalmente  no puedo hacer el ejercicio que me ha salvado de llegar de nuevo a los 100 kilos.

La referencia fue directa " mis tías de mas de cuarenta años se fueron a la playa a lucir sus nuevos cuerpos, pues gracias a los hielos, quedaron como nunca estuvieron", si gente mayor pudo deshacerse de tan nombrados sobrantes, yo porque no?.

Las verdades y las mentiras sobre este método son notorias; la promesa de ver resultados desde la primera sesión fueron ciertos, pero los 4 centímetros de cintura menos, no han sido suficientes para librarme de llegar a probarme la talla mas chica de las tallas extra grandes, lo cual fue un golpe emocional directo al corazón y al estomago.

La primera sesión fueron unas vendas impregnadas de liquido verdoso, calientes hasta que la piel aguante, y lo difícil comenzó: " entre mas te relajes, mas vas a bajar" , pues en los 45 minutos que estuvieron esas prendas rodeando mi curvilíneo cuerpo,  el nivel de relajación  fue poco.

En el tercer día llegaron los temidos hielos, un litro de cientos de hiervas mezcladas, transformadas en sólido fueron frotadas por todo el cuerpo; la técnica es que las carnes se enfríen,  como en el supermercado, a un nivel antes de la hipotermia, y así tu cuerpo manda la señal de que se caliente esa zona, y como por arte de magia y utilizando la lógica de la biología uno se ponía menos frondoso.

Debo confesar que me motivaba ir diario, y así fue durante dos semanas; el frote constante del hielo en las carnes solo me incrementaba el deseo de regresar lo mas rápido posible a mi talla de antes,por lo que en la segunda semana dupliqué la dosis, dos hielos enfriándome la lonja a diario; "cuando sientas que se pone caliente es cuando actúa, es como una lija" y si, era como una lija sobre caliente, el inconveniente era que la superficie era mi abdomen, nunca tuve efectos secundarios, ni mucho menos perdida de centímetros inmediatos.

La desesperación se hacia cada vez mas grande y mi cintura estaba tan igual como el día antes de ir a las vendas, pues creo, que todos los efectos reductivos son solo inmediatos.
La emoción de sentir el abdomen helado y pensar que eso me ayudaría a bajar la panza y que regresara a portar mis prendas favoritas era excitante, casi como un enorme regalo sorpresa. Solo quedo ahí, en una emoción excitante.

Después de dos semanas y media de frote bajo cero, una dieta casi de astronauta y varios litros de agua después, puedo decir, que no veo centímetros de menos, ni tallas reducidas, mi piel luce con menos celulitis de lo que tenia, pero la panza sigue ahí, de donde quiero que se vaya.

Quizá fue el no poder beber los tres litros de agua completos al día, mas dos vasos de agua antes de la comida religiosamente  por los largos trayectos en carretera que requiere mi trabajo; quizá fue el seguir omitiendo la cena como ya estaba acostumbrada, quizá fueron los fines de semana que no bebía el licuado milagroso por estar fuera de la ciudad,  quizá simplemente, no era el método para bajar de peso que yo necesito.